La Metodología Análisis de Ciclo de Vida

En la primera parte de este tema comentábamos la dificultad de poder dar respuesta a esta pregunta de manera precisa sin entrar en cuestiones éticas y filosóficas, y que al día de hoy no existía una metodología o herramienta que de manera objetiva no proporcione un valor cuantificable o monetario que verdaderamente se aproxime a todos los beneficios que la humanidad recibe de la naturaleza.

Sin embargo, una de las metodologías que nos ayudan como empresas a mejorar nuestros procesos de manera integral tomando en cuenta esta problemática, es el Análisis de Ciclo de Vida, y del cual la ISO 14040 nos proporciona una guía para cumplir estos objetivos.

Esta norma internacional mantiene muchos de los conceptos que utiliza su norma hermana la ISO 14 001 en el sentido que también analiza los aspectos ambientales e impactos ambientales de los procesos, sin embargo, se tiene un alcance mucho mayor, en el caso de la norma ISO 14040 se seguirá el análisis a lo largo de todo el ciclo de vida del producto desde la adquisición de la materia prima, la etapa de producción, el uso del producto, y llegando hasta su disposición final.

Este análisis que seguido se conoce como “De la cuna a la tumba” tendrá como resultado el mostrarnos una mayor cantidad de aspectos e impactos ambientales de los que encontraríamos si nos enfocáramos solo en el proceso de producción del producto, lo que a su vez nos permite aproximarnos de mejor manera al impacto real que tiene la creación de un producto cualquiera sobre el medio ambiente.

La NORMA ISO 14040:2006 nos dice un estudio de ACV se puede dividir en las cuatro fases siguientes:

• Fase de definición de objetivos y alcances,
• Fase de análisis del inventario,
• Fase de evaluación de impactos ambientales
• Fase de interpretación

En la primera fase, es muy importante que se definan los límites del sistema, ya que nivel de detalle estaremos realizando el estudio, ya que de eso dependerá la cantidad de recursos, y variables que necesitaremos para lograr nuestro objetivo. En ocasiones es mejor tener un alcance “corto” pero alcanzable que uno muy ambicioso que tome muchos recursos y termine siendo muy complicado para las personas involucradas.

En la segunda fase ya comenzaremos a trabajar con las entradas y salidas del sistema, y debemos, de acuerdo al alcance y objetivos planteados en la fase anterior, recopilar todos los datos necesarios para poder establecer las relaciones del sistema a estudiarse de acuerdo a los procesos unitarios dentro de los límites del sistema que estudiaremos y que pueden clasificarse bajo los siguientes títulos:

• Entradas de energía, materia prima, entradas auxiliares y/o entradas físicas
• Productos, coproductos, residuos
• Emisiones al aire, vertimientos al agua y suelo
• Otros aspectos ambientales

La tercera fase tiene como propósito el evaluar que tan significativos son los impactos ambientales potenciales del sistema utilizando la información recopilada en los inventarios, y establecer las asociaciones de los datos de inventario con las categorías de impactos ambientales específicos y sus indicadores.

Y, por último, la fase de interpretación del ciclo de vida busca el dar como resultado conclusiones claras de los hallazgos del estudio, para de esta manera tener un panorama claro de los impactos involucrados en los procesos del sistema y así facilitar la toma de decisiones o recomendaciones.

Es muy importante recordar que esta metodología puede en cualquier momento ser complementada con otras técnicas y que es recomendable tomar un enfoque integral al momento de realizar el estudio para tener un proceso mucho más dinámico y objetivo.

Como conclusión, el Análisis de Ciclo de Vida, específicamente el mencionado por la ISO 14040:2006, nos proporciona como en otras normas de estandarización, una guía para poder llevar acabo un proceso con un enfoque de calidad y mejora continua para realizar una toma de decisiones más efectiva en nuestras organizaciones, pero como en las otras normas ISO, su aplicación no es obligatoria, y su aplicación ha sido realizada en mayoría por la academia y unas cuantas empresas interesadas en mejorar sus procesos productivos, y sigue sin ser una práctica adoptada de manera generalizada en la industria pese a la gran cantidad de beneficios que trae consigo un estudio de esta índole.

Al final debemos de recordar que cada acción tiene su consecuencia, y que a veces el costo de lo que consumimos es mayor al que pagamos en la tienda, queda en nosotros el ser más conscientes de nuestros hábitos y promover una cultura ambiental más fuerte en todos nuestros espacios de convivencia.

Referencias:

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