Análisis de la NOM-043-SEMARNAT-1993

Mucho se habla últimamente sobre las problemáticas ambientales en las grandes ciudades, en especial sobre la contaminación atmosférica, ya que, en grandes ciudades del país donde la concentración de contaminantes en el aire llega a niveles críticos, se ha vuelto un problema de salud que le cuesta la vida a miles de mexicanos al año. Uno de estos contaminantes son las partículas suspendidas, también conocidas como material particulado – del inglés particulate matter (PM) – los cuales son una mezcla de compuestos microscópicos o muy pequeños en forma de líquidos y sólidos suspendidos en el aire, como es el caso del hollín, polvo, humo y neblinas, entre otros.

Estas partículas pueden clasificarse según su origen, su tamaño y su formación, estas pueden estar conformadas por diferentes compuestos químicos tanto orgánicos como inorgánicos, como el caso de los sulfatos, nitratos, plomo, metales, mercurio, hidrocarburos aromáticos, cetonas, etc.

Estos causan daño dependiendo de:

• Las concentraciones que se encuentran en el aire
• Sus propiedades fisicoquímicas
• Dosis inhalada
• Tiempo y frecuencia de exposición

Y afectarán de manera diferente también a los diferentes sectores de la población, siendo los más vulnerables los niños, mujeres en gestación y adultos mayores. Las afectaciones que tiene sobre la salud humana se relacionan desde enfermedades pulmonares, hasta el desarrollo de cáncer, entre otras.

Ahora bien, como cualquier contaminante, las partículas suspendidas pueden clasificarse también por sus fuentes, tanto naturales como antrópicas y ésta última clasificación puede dividirse en dos: fuentes fijas y fuentes móviles.

Considerando lo anterior, es de suma importancia que las instituciones ambientales establezcan una serie de normas de protección ambiental que puedan reducir esta problemática.

Una de estas normas ambientales para la industria que permite reducir el impacto ambiental de las partículas suspendidas es la Norma Oficial Mexicana NOM-043-SEMARNAT-1993, la cual tiene como objetivo establecer los niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de partículas sólidas provenientes de fuentes fijas.

Esta norma aplica a todas las fuentes fijas que emitan partículas a la atmósfera, con excepción de las industrias químicas, del petróleo y petroquímica, de pinturas y tintas, automotriz, de celulosa y papel, metalúrgica, del vidrio, de generación eléctrica, del asbesto, cementera y calera y de tratamiento de residuos peligrosos, o a cualquier otra que se encuentre regida por normas oficiales mexicanas específicas.

Así mismo, la norma oficial mexicana, nos dice que, para el cumplimiento, se tendrán dos límites máximos permisibles dependiendo de la zona en que se encuentre la fuente de emisión, las llamadas Zonas críticas y el Resto del país.

Las zonas críticas son consideradas las siguientes: las zonas metropolitanas de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, la zona fronteriza norte, y algunos centros de población en los estados de Tamaulipas, Hidalgo, México, Veracruz, y Guanajuato. Las zonas críticas tienen una mayor restricción en sus niveles máximos permisibles de emisiones a la atmósfera de partículas sólidas; es decir, a mayor cantidad de partículas sólidas existentes dentro de una emisión de gases lanzadas a la atmósfera de manera continua y a gran volumen, será mayor la contaminación en la zona y por tanto aumentará el riesgo de daños a la salud y el impacto ambiental, ya que los contaminantes se acumularán más rápido en la zona y tardarán más tiempo en dispersarse o disolverse en el ambiente.

La tabla de valores que nos presenta la norma oficial mexicana NOM-043-SEMARNAT-1993 es la siguiente:

Debemos entender que es de suma importancia controlar la emisión de contaminantes atmosféricos al medio ambiente como es el caso de las partículas sólidas, ya que además del gran impacto ambiental que conllevan también afectan en gran medida la salud de la población y representan costos millonarios para las empresas y gobiernos.

La manera en que se puede reducir estos contaminantes es mediante la re-ingeniería de procesos, el uso de materiales menos contaminantes, y la implementación de controles operacionales y tecnologías ambientales como filtros de partículas instalados en diferentes puntos estratégicos del proceso.